Los factores de riesgo laborales son todos aquellos elementos o condiciones que están presentes en el entorno laboral y que, de no ser eliminados, pueden repercutir en los trabajadores y dar lugar a accidentes u otras condiciones negativas de salud, tales como enfermedades.
Por ello, es de gran importancia acudir a expertos en prevención y protección que puedan adoptar las medidas necesarias, así como supervisar y controlar las condiciones en el entorno laboral. Con ello se consigue evitar y/o reducir la probabilidad de que se produzcan accidentes durante el trabajo realizado, especialmente en aquellos que necesitan de la manipulación de maquinaria o sustancias peligrosas. De esta manera, el trabajador podrá operar en un espacio seguro y garantizar el resultado óptimo de su actividad.
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Son múltiples los factores de riesgos laborales y atienden a diferentes condiciones del entorno. Con el fin de esclarecer cuáles son las medidas de prevención necesarias a aplicar, es necesario clasificar estos factores en categorías.
A continuación se muestran tres categorías generales en las que se incluyen los factores de riesgos laborales que deben ser atendidos.
Los factores de riesgos laborales psicosociales hacen referencia a todas aquellos aspectos de la organización, diseño y dirección del trabajo y su entorno social y que tienen la capacidad de repercutir de forma negativa en el bienestar y la salud física, mental y social del trabajador.
No existe un criterio de clasificación específico a seguir. Esto se debe a que la determinación de esta clasificación depende, en gran medida, del enfoque teórico en el que se soporte la evaluación.
Pese a ello, sí existe un consenso científico sobre cuáles son aquellos aspectos primordiales o esenciales que deben considerarse como factores de riesgo laborales psicosociales. Son los siguientes:
Contenido del trabajo: tales como trabajos que requieran alto nivel de creatividad o altas exigencias emocionales, entre otras.
Carga y ritmo de trabajo: por ejemplo, aquellos trabajos que tienen plazos muy estrictos de ejecución o multitareas.
Tiempo de trabajo: tales como trabajos de horario nocturno, de fin de semana o con poca flexibilidad horaria.
Participación y control: incluyen la baja capacidad de decisión sobre las tareas a realizar o sobre el método y carga de trabajo, entre otros.
Desempeño de rol: por ejemplo, la definición deficiente de los objetivos esperados o la responsabilidad sobre otras personas.
Desarrollo profesional: incluyen la inseguridad contractual o la pobre remuneración, entre otros:
Relaciones interpersonales: tales como la exposición a conflictos o inadecuado apoyo social de la empresa.
Equipos de trabajo y exposición a otros riesgos: incluyen aquellos que requieren manipulación de sustancias peligrosas o softwares muy complejos, entre otros.
Se conoce como factor de riesgo laboral biológico a aquel que deriva de la exposición a microorganismos y que puede suponer una amenaza para la salud, causando enfermedades (temporales o permanentes) o, incluso, la muerte al trabajador expuesto.
Estos factores pueden clasificarse en 4 niveles de peligrosidad o riesgo. De esta manera, el nivel 1 supone el riesgo mínimo y el nivel 4 riesgo máximo. A continuación se exponen, bajo el criterio definido anteriormente, algunas enfermedades a las que el trabajador puede estar expuesto en su lugar de trabajo:
Nivel 1: bacterias como varicela o E. coli, entre otras.
Nivel 2: Hepatitis B, Hepatitis C o VIH, entre otras.
Nivel 3: paperas, tuberculosis, tifus o fiebre amarilla, entre otras.
Nivel 4: Ébola, Viruela, SARS o virus de Lassa, entre otras.
Algunos trabajos relacionados con este tipo de factores son aquellos que prestan servicios para preservar la salud humana (centros de salud, hospitales, bancos de sangre, etc), trabajos en producción alimentaria, centros veterinarios, militares o trabajo de productos cárnicos.
Todos aquellos factores o condiciones que suponen un peligro alto a causar daño en la salud del trabajador por la exposición indebida a agentes químicos contaminantes son los denominados factores de riesgos laborales químicos.
La gran parte de los riesgos químicos derivan de la manipulación de sustancias tóxicas en entornos industriales y que además de afectar al trabajador, pueden dañar el medioambiente.
En función de la vía de penetración al organismo de estas sustancias, se diferencian entre sustancias químicas:
Por inhalación: cuando estas sustancias se esparcen por el aire y entran a través de las vías respiratorias
Por ingestión: cuando se ingieren por accidente o desconocimiento
Por contacto: cuando las sustancias entran en contacto con la piel y esparcirse por el organismo
Por exposición ocular: cuando entran en contacto gases, vapores o polvos tóxicos directamente en los ojos.
También se incluyen en esta categoría los agentes químicos o productos que cumplen la normativa pero se consideran potencialmente peligrosas para el medioambiente, tales como explosivos, carburantes, sustancias inflamables, narcóticos o cancerígenos, entre otros.
Algunas actividades o trabajos que pueden suponer riesgos químicos son las labores de limpieza, trabajos en laboratorios, trabajos de soldaduras y operaciones de fundición, etc.
Contar con un Plan de Prevención de Riesgos Laborales para tu empresa es una necesidad imperativa para el bienestar de los trabajadores y el correcto desarrollo de la actividad empresarial. Existen muchas empresas en el mercado que ofrecen este servicio y la tarea de seleccionar la más adecuada para tu empresa puede volverse compleja.
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