Resulta vital contar con un plan de seguridad y salud en obras de construcción. Cuando pensamos en una obra, resulta muy fácil enumerar todos los tipos de riesgos que puede sufrir un trabajador. A fin de cuentas, los obreros manipulan todo tipo de maquinaria, por no hablar de que están expuestos a alturas, trabajos de carga y mucho más.
En un sector como este, los accidentes potenciales están a la orden del día. No obstante, eso no exime a la empresa de haceros sentir seguros durante su jornada.
Pues supondría un gran riesgo para la salud de los trabajadores, pero no solo eso. También colocaría a la empresa en la cuerda floja tanto a nivel legal como económico. Las sanciones pueden ascender más allá de los 980.000€.
Por más que se diga que “la experiencia es un grado” y que el instinto de supervivencia nos alerte sobre ciertas situaciones, hay otras que no llegamos a prever. De hecho, hay situaciones que aunque podamos imaginar, no sabríamos cómo reaccionar si se produjeran.
Aquí entra la importancia de la prevención de riesgos laborales, ya que no solo tiene la función de anticipar y evitar accidentes, sino también un protocolo de acción. Así todos sabrán qué hay que hacer en caso de que se produzca un accidente.
Aunque sea evidente, no todos los planes de seguridad y salud en obras son iguales. Cada uno de ellos depende de múltiples factores. Y, aunque se puede dividir de mil formas, aquí lo haremos en función del origen de su obra.
Las obras civiles quizás sean las que necesitan un plan de seguridad y salud más básico. Son las obras más frecuentes. Evidentemente, hay obras que suponen pequeñas mejoras en viviendas y otras que implican levantar una casa desde cero.
No obstante, no son protocolos que varíen mucho ya que suelen ser rutinarios.
Las obras de emergencia se producen tras la sobrevenida de catástrofes. Por ejemplo, cuando se produce una riada, un huracán, un terremoto… Hay veces que no depende del factor meteorológico, sino simplemente se han producido accidentes o situaciones que se escapan de lo habitual.
El objetivo es paliar las consecuencias lo antes posible. Y, si por ejemplo, un edificio o un puente se derrumban, el equipo de obras de emergencia trabajará para conseguir que zona vuelva a ser funcional tal y como antes.
En este caso hay un mayor riesgo ya que el factor meteorológico no es tan fácil de prever. Por ello, el plan de seguridad y salud en obras de emergencia debe adaptarse a las condiciones específicas.
Al contrario de las catástrofes, las demoliciones son derrumbamientos controlados. Pero para que se puedan ejecutar correctamente, primero debemos realizar un plan de seguridad y salud muy preciso. Si se trata de un edificio, deberemos asegurarnos de que la zona esté desalojada, así como el perímetro. Asimismo, los trabajadores deberán portar el equipo necesario (igual que en todos los casos) pero atendiendo especialmente a la distancia de seguridad, el polvo que pueda generar, e incluso la aparición de cascotes.
Los planes de seguridad y salud en obras de urbanización son el polo opuesto, por lo general. Cuando una urbanización va a construirse, todos los planes han sido previamente trazados, las medidas de seguridad han sido tomadas y los trabajadores son conscientes de qué riesgos pueden encontrarse. Salvo que haya algún tipo de condicionamiento diferente, o se deba utilizar algún tipo de herramienta o procedimiento que se salga fuera de lo habitual, los planes de seguridad de urbanización cuentan con una serie de protocolos preestablecidos.
Como ves, cada proyecto tiene una situación particular. Pero no por ello puedes estar exento de contar con un plan de seguridad y salud en obras de construcción. Desde Prevengo queremos que tanto tus trabajadores como tu empresa, como organización, se sientan protegidos a partes iguales.
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